mayo 30, 2023
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Los estudiantes del colegio cochabambino Juan XXIII se levantaron al menos en cuatro momentos contra los curas pederastas que violaban o abusaban de ellos o de sus compañeros. Varios de los que se sublevaron fueron expulsados como represalia.
“Fueron al menos cuatro veces en los que los estudiantes de forma grupal se levantaron y protestaron contra los abusos de los padres que abusaban de ellos. En dos de esos momentos fueron contra el mismo padre (Francisco Pifarré) Pifa”, contó a Página Siete el exjesuita Pedro Lima.
Aclaró que también hubo otros tres momentos en los que cada una de las víctimas también se levantó contra los sacerdotes, pero nunca se logró sancionar a los jesuitas. La más conocida se produjo en 1993, ya que todos los estudiantes tocaron las campanas y se reunieron en el anfiteatro para contar lo que sucedía. “Ahí hasta se declararon en huelga contra los abusos”, relató.
De acuerdo con la última nota del diario El País, Roberta, nombre convencional de una de las víctimas, relató: “Ese día tocaron las campanas y nos convocaron los compañeros de último curso a una huelga. (...) Cinco compañeras empezaron a contar llorando los tocamientos que les hacía Pifa. Los alumnos decidieron llamar a los superiores”.
Lima aseguró que Pifa “tocaba los pechos a las estudiantes”; sin embargo, quienes acudieron al colegio para dar solución sobre ese tema fueron los jesuitas españoles Alfonso Pedrajas, Pica; Jorge Vila; y el boliviano Carlos Villarroel; Vicu, ya fallecidos. “Todos eran acusados de cometer los mismos delitos y por eso entre ellos se cuidaban las espaldas y se encubrían”.
Roberta contó que luego los jesuitas se reunieron en la casa y llegaron a la conclusión de que las estudiantes confundieron “los sentimientos del padre”. Lima dijo que luego, varios estudiantes que secundaron la “rebelión” fueron expulsados. Relató que un segundo momento que se levantaron los estudiantes fue en 1995. “Fue con características similares al anterior y los que denunciaron también fueron expulsados”.
Finalmente, Pifa salió del colegio y ocupó altos cargos en la orden. Hasta enero de 2023, en su último puesto, fue dirigente nacional de Fe y Alegría. Pero esos no fueron los únicos momentos en los que los estudiantes se levantaron contra los sacerdotes pederastas. Ya antes - recordó Lima- hubo algo similar. Él lo destaca como el tercero, ya que un grupo de estudiantes logró “hacer justicia” una noche.
Como cuarto momento, un grupo de jóvenes también se enfrentó a Pica. De acuerdo con el medio español se relata el testimonio de Aldo, otra víctima de Pica, a quien se le cambió el nombre. Él contó que tras ese momento que vivió, se vestía con tres o cuatro ropas y prefería dormir a la intemperie antes de que el cura vuelva a abusar de él.
Además, él vio cómo Vicu también cometía los mismos abusos contra las estudiantes.
Luego, él y otros cuatro estudiantes de 14 años se unieron e hicieron un juramento para cuidarse. “Nos protegíamos, estábamos juntos y en público, delante de los educadores le imitábamos, nos tocábamos entre nosotros de broma y nos decíamos las frases que él acostumbraba a decir a los niños cuando les tocaba. Él se asustaba y nos dejó de buscar”, recordó.
Recordó que Bautista, otro estudiante del que se guarda en reserva su identidad, decidió enviar una carta a Europa -donde se encuentran los superiores de los Jesuitas- para contar lo que pasaba, ya que uno de sus compañeros, víctima de Pica, asustado por lo que le pasó se orinaba en la cama.
Pica se enteró de la situación por un “chivato” que tenía y convocó a Aldo. Lejos de agredirlos, les pidió perdón y les indicó que él también fue violado. “No mandamos la carta, al poco tiempo casi todos fueron expulsados, excepto Aldo y el ‘chivato’”, dijo. Fuente: Página Siete
