Luis Arce Catacora alertó sobre la “rearticulación de los sectores golpistas”

 

Quien más importancia le ha dado al paro cívico del lunes ha sido el Gobierno, que salió en masa a contrarrestar los argumentos y a polarizar las posiciones. Las partes debaten sus próximos pasos

Quien más trascendencia le dio al paro cívico del lunes 11 de octubre fue el Gobierno y particularmente el presidente Luis Arce. Primero anunció tercera dosis de vacuna, después siguió ventilando cálculos exagerados sobre el impacto económico de un paro a medio gas en Santa Cruz capital y los centros de otras ciudades y, finalmente, hizo desfilar a sus ministros para hacer advertencias apocalípticas sobre la “rearticulación de los sectores golpistas” para tratar de “desestabilizar al Gobierno”.

Habló el ministro de Economía Marcelo Montenegro; habló el ministro de Justicia Iván Lima; habló el ministro de Obras Públicas Edgar Montaño, que además llamó a las bases a acudir al desbloqueo dando la excusa perfecta para hablar de violencia; habló el ministro de Gobierno Eduardo del Castillo del Carpio para culpar de la violencia justamente al otro bando; habló el vocero presidencial Jorge Richter para encuadrarlo todo y también habló Luis Arce.

“La conspiración antidemocrática no ha sido derrotada con las elecciones del año pasado, vuelve a alzar la cabeza, provocando disturbios y la desunión entre bolivianos, para crear las condiciones de un nuevo golpe de Estado, que, de prosperar, echaría por tierra toda nuestra lucha por impulsar las acciones que hemos anunciado. Llamamos a los pueblos del mundo a estar alertas, porque la lucha de un pueblo es la lucha de todos los pueblos”, dijo.

En la práctica, el paro fue contundente en la ciudad de Santa Cruz y hubo puntos de bloqueo en casi todas las ciudades capitales, pero muy esporádicos. En Tarija amanecieron algunos puntos en los puentes y en la bajada de la ruta al norte, pero se fue diluyendo en la jornada. Gobernación, Alcaldía y Concejo Municipal acabaron cerrando sus puertas pese a las tibiezas de los prolegómenos. Después vinieron esos episodios violentos que fueron aislados pero que le sirvieron a Carlos Mesa y Comunidad Ciudadana para señalar que sí estaban ahí (sus diputados dicen que fueron los agredidos) y para que se hable también de eso.

El MAS prevé hoy darse uno de esos baños de masas de los que acostumbra, porque además es 12 de octubre. Lo que no está claro es que aprovechando el pinchazo del paro “le meta nomás” a la Ley de Control de las Ganancias Ilícitas, objeto de la protesta y suspendida tácticamente, porque parece que el revuelo ha llegado a sus propias bases, que no se acaban de fiar del articulado, ni de que cualquier desavenencia acabe en purga.

Lo que se viene

El paro tal vez no ha salido tan bien como se pretendía, pero no parece que el choque termine aquí. Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz, colgó a primera hora una foto de un crucifijo, su gorra blanca con la flor del patujú delante de una pintura historicista de esas del XIX con una especie de Rey Arturo postrado ante su espada atrapada y lo acompañó todo el día de mensajes más o menos épicos que parecían apuntar a emular los hechos de 2019, pero claramente el contexto es diferente.

El Gobierno ha medido ahora mejor los humores y quién sabe qué pasará con la citación de Camacho y en general con todo el proceso por el caso del supuesto Golpe de Estado. De momento, los rumores de ruptura de Camacho con su vicegobernador son fuertes, y desmentidas.

La oposición misma tiene tarea post paro. El desgaste de Comunidad Ciudadana es grande en apenas un año y su escasa conexión con el resto de los departamentos la va definiendo, por el contrario, Camacho y Creemos han dejado atrás el fiasco electoral de 2020, cuando se le acusó de servir en bandeja la victoria al MAS al no declinar su candidatura presidencial y sus votos siguen siendo claves en una legislatura en la que planea una reforma constitucional que debería alcanzar al modelo de Estado.

Por razones similares, octubre también está tensionando al Movimiento Al Socialismo. El cambio de estrategia – bajando la Ley y suspendiendo la declaración de Camacho – no ha gustado en el sector más radical, como tampoco han gustado en el otro bloque las declaraciones de Evo Morales, burlándose de nuevo de los “pititas”, algo que en 2019 resultó ser el desencadenante mayor de la protesta y la gasolina que la alimentó durante días. No está claro quién marcará el siguiente paso. David Choquehuanca vuelve a estar desaparecido.

La extraña iniciativa del conteo de actas 2019

La Procuraduría General del Estado ha puesto en marcha una extraña iniciativa motu proprio: recontar todas las actas de la fallida elección del 2019, una iniciativa que podría ser interesante si su ejecutivo, el exabogado de Evo Morales, Wilfredo Chávez, no hubiera adelantado criterio mil veces sobre lo que a su juicio pasó en aquellos comicios.

De momento se prevé contar todas las actas hasta el viernes, fecha en la que se emitirá un veredicto que, con toda probabilidad, declarará vencedor limpio a Evo Morales pese a que hubo actas quemadas, etc. La oposición no ha entrado siquiera a valorar esta iniciativa, que se enmarca también en el pulso interno. El País