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viernes, 24 de febrero de 2023


 El presidente del Estado, Luis Arce; el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, y el flamante comandante de la Policía Boliviana, general mayor Álvaro Álvarez, anunciaron que continuará la purga política al interior de la institución, luego de haber dado de baja a 216 “malos policías”, por diferentes faltas disciplinarias, la mayoría de ellos en relación al motín de 2019, cuando Evo Morales renunció a la presidencia, en medio de las protestas por denuncias de fraude electoral.

“Estos últimos tiempos hemos visto cómo nuestras fuerzas del orden han tenido un buen desempeño en la protección de la democracia, en nuestra patria, y también en la lucha contra la inseguridad ciudadana. Sabemos que existen errores, y también aún existen elementos al interior de la Policía que tratan de manchar el trabajo de la institución”, afirmó el presidente Arce durante su discurso que dio este viernes en la Casa Grande del Pueblo, luego del acto de ascenso y posesión de nuevos generales policiales.

Coincidió con el mandatario el ministro de Gobierno. “Aún existen elementos que dañan el uniforme verde olivo con acciones irregulares o incluso con actos de corrupción que no son los que nuestra Policía Boliviana, el pueblo y nuestra patria necesitan, esas son acciones que deben ser sancionadas lo antes posible. Durante el mandato del tiempo que estaba el saliente comandante general Ponce hemos sacado a más de 200 efectivos policiales que adecuaban sus conductas a ilícitos, a delitos, a faltas y contravenciones”, aseguró Del Castillo.

El flamante comandante policial refrendó el anuncio de las autoridades de Gobierno, dijo que el trabajo continuará, aunque no dio detalles de su plan de gestión.

¿Qué pasó en 2019 con la Policía?

El 8 de noviembre de 2019, los miembros de la Unidad Táctica de Operaciones (UTOP) de Cochabamba, iniciaron un repliegue en rechazo a las órdenes emitidas por su comandante departamental, Raúl Grandi, quien instruía proteger a grupos de choque del MAS y reprimir a ciudadanos que protestaban en las calles, en rechazo al fraude electoral que favoreció al partido de Morales, MAS, revelado por la auditoría especial de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El denominado motín policial se extendió a todo el país y luego de que varios sectores se sumaran a las protestas, terminó con la renuncia de Morales. Durante esos hechos, varios de los policías cortaron de sus insignias las wiphalas, en protesta contra la imposición de ese símbolo del partido de Gobierno.

Una vez que el MAS, con Luis Arce, retomó el poder, a finales de 2020, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, abrió una serie de procesos disciplinarios contra los uniformados que apoyaron a los cívicos y opositores durante 2019 y en el Gobierno de Jeanine Añez. El abogado Jorge Valda, y la dirigente de las esposas de Policías, Guadalupe Cárdenas, señalaron que hasta diciembre de 2022, con el argumento de “ultraje a símbolos patrios”, se dio de baja definitiva a unos 50 policías de diferentes grados.

La despedida de Ponce

“Trabajamos fortaleciendo el sistema disciplinario, entendiendo que el cambio debe venir desde una decisión interna, esto permitió que podamos alejar a 216 malos policías de forma definitiva o con suspensiones temporales. Creemos que es un hecho trascendental, ya que es la primera vez, en mucho tiempo, que se toma decisiones firmes y sin dubitar sobre el personal policial que no merece vestir este uniforme”, afirmó en su discurso de cierre de gestión el ahora excomandante de la Policía, Orlando Ponce.

El general que pasa al servicio pasivo, señaló que se retira del cargo por motivos de salud, sin dar a conocer el malestar que lo aqueja. Arce le expresó sus buenos deseos para su recuperación y manifestó su intención de contar con los servicios de Ponce más adelante, en un cargo político, el general se limitó a señalar que es algo que no tomó en cuenta aún.

A fin de conocer el número preciso de los policías procesados por el motín de 2019, Página Siete consultó al presidente del Tribunal Disciplinario de la Policía, general Álvaro Flores, quien señaló que no tiene esos datos en ese momento, pero afirmó que parte de los uniformados fueron sancionados por recibir dádivas a cambio de prestar sus servicios y deserción. Sostuvo que desde 2021, cuando asumió el cargo, recibieron una carga procesal que venía de 2018, con un promedio de 400 procesos por año, hasta la gestión pasada.

Prefieren no hablar de Evo

Por último, tanto Álvarez como Ponce y el actual subcomandante de la Policía, Augusto Russo, evitaron referirse a los anuncios del expresidente Morales sobre la convocatoria a reuniones con excomandantes de la Policía y las Fuerzas Armadas, para reforzar su propuesta política, hecho calificado como delito de “seducción de tropas” por la oposición. “No tenemos criterio sobre ese particular, por favor”, respondió Álvarez. Fuente: Página Siete

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Clínico Liendo

Endocrinóloga

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